Cada día era una sorpresa que vivir, una aventura. Todos los caminos eran poco para nosotros. Hasta los menos transitados, donde las huellas de los carros aparecían cubiertas por una vegetación que si te descuidas, se apoderaba de todo. Me encantaba seguir esos caminos en compañía de mi fiel amigo Luis. A veces nos acompañaba mi hermano, uno de los pequeños, y cuando le dejábamos o yo se lo permitía, pobre... joder como lo siento. La verdad es que siempre acababa con nosotros, y sino... se chivaba, y claro, tocaba la bronca de mi madre o lo que era peor, enfadar a mi padre y con razón. Yo se que le gustaba venir con nosotros, aunque era muy pequeño, mas que con los de su edad.
Hoy me alegra recordar todo aquello como un sueño, de lo mas agradable y del que quisiera seguir en el, sin despertar. Tardes de sol, de luz, de magia, hasta que aparecía algún día de tormenta, cambiando la luz, pero no por ello menos hermosa. Había que volver rápido, pero no importaba que nos pillase la lluvia, las risas estaban aseguradas...
Esperábamos la llegada de algún rebaño donde la diversión era molestar al carnero, el de los cuernos mas grandes y rogar porque no te pillara... Lanzar gallinas cuesta abajo y ver como planeaban era otra diversión; los cepos para gorriones, aunque pocos caían menos mal, duró poco este cruel divertimento. Llegaron las "chimberas" y acerté en una única ocasión hiriendo a un pobre gorrión... fué la última vez que cogí la "dichosa" carabina. No había bicicletas hasta muchos años después, tan solo la de mi abuelo y la de algún amigo suertudo.
El beso robado en algún juego donde la suerte encubierta, era perder. La cerilla se apagaba entre los dedos y a veces eran los míos. Tocaba "bailar con la mas fea" o teniendo los dioses de tu parte y la noche compartiendo el secreto, hacías real lo inalcanzable... besar a la compañera de trastadas y fechorías. No había mucho donde elegir para nadie, porque éramos cuatro monos en el pueblo. Sin embargo ella aparecía resplandeciente, preciosa, sin florituras, traviesa, corría igual o mas que nosotros...todo un encanto.
Tardes de tormenta en el portal de las viejas escuelas. Noches abiertas bajo las estrellas donde había permiso para salir un rato mas largo de lo permitido. Lo recuerdo con una mezcla de nostalgia, alegría, sentimiento y a la vez pienso que la suerte me sonrío cuando me ofreció haber vivido una niñez mágica en muchos momentos.
Excelentes imagenes, sobre todo, a mi me gusta la segunda, fantastica.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias Luz.
EliminarUn saludo
Preciosa publicación, con unas fotos excelentes y unos recuerdos maravillosos!
ResponderEliminarGracias Laura. Recuerdo y fotografía, eso es.
EliminarUn saludo
Buenísimas fotos Juanjo, que cielos tan impresionantes y que atmósfera de grandiosidad.
ResponderEliminarSaludos.
Así estaba el cielo esa tarde Carmen. Un saludo
EliminarTardes de tormenta, otoñales, de recuerdos, de vivéncias adolescentes....
ResponderEliminarQue magistralmente has captado todo esto Juanjo. Eres un auténtico "as".
Un abrazo
Tratar de describir vivencias y recuerdos es complicado. Creo que la fotografía me ayudo bastante.
EliminarGracias por tus palabras Josep. Un abrazo
Preciosas fotografias, debió de descargar una buena tormenta y coincido totalmente contigo en que cada nuevo dia es una maravillosa aventura, sea cuál sea lo que te depare. Un saludo,
ResponderEliminarTuve que refugiarme debajo de los árboles y en este caso no eche a correr pero cayeron granizos como avellanas...
EliminarToda una aventura. Un saludo
Impresionantes ¡¡¡¡
ResponderEliminarMuchas felicidades¡¡
Muchas gracias Joaki. Un saludo
EliminarLa tarde aserá de tormenta pero los cielos son fabulosos.
ResponderEliminarHermosos recuerdos que acompañan a unas extraordinarias fotos.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Tanto me gustaron los cielos de esa tarde que no eché a correr y claro... no llovió sino granizó.
EliminarUn beso y gracias.
Excelentes tomas Juanjo...sin lugar a dudas inspiran y transmiten esos recuerdos que nos has narrado.
ResponderEliminarQue te vaya bien. Un abrazo.
Ramón
En este caso fueron primero las fotos las que me trajeron el recuerdo y con ello el relato. Me alegra saber que he podido un poco, transmitir lo que quería.
EliminarUn abrazo Ramón
Vuelvo de nuevo pero en esta ocasión para felicitarte por tu cimpleaños.
ResponderEliminarUn abrazo.
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Gracias por tu detalle y eso que no le hago mucho caso a este tipo de celebraciones, pero te lo agradezco y mira, lo celebro contigo. Un abrazo fuerte.
EliminarMe gusta mucho pasar por tu blog y "leer " tus fotos maravillosas.Muchas felicidades por el cumple y por el blog.Besos
ResponderEliminarMuchas gracias Verónica. Bonita forma tuya la de "leer" mis fotos. De verdad que me siento alagado.
EliminarUn beso
Geniales las luces y colores de estas tomas. Abrazos.
ResponderEliminarGracias Rubens. El color y la luz toman protagonismo, mas que la propia escena.
EliminarUn abrazo
Me encanta porque yo también tengo muchísimos recuerdos..... es algo único verdad??? sea lo que sea lo que saques es tus fotos, para mi siempre será precioso!!! ;) Y como diría mi abuelo.... "allí en aquella mata...". Muxus Juanjo
ResponderEliminarMe has dejado impresionado con tu comentario, a la vez que encantado. Profundizar en el porqué de las fotos tiene mucho que ver con relatos y vivencias que se han vivido y mas si los recuerdos son gratos, preciosos...
EliminarUn beso.
Genial me encanta el cielo!
ResponderEliminarGracias Encarna. Un saludo
Eliminarbonitas tomas. mi favorita esla segunda!
ResponderEliminarun abrazo
Gracias Hilde. Buena elección.
EliminarUn abrazo
Preciosíssimas imagens... "leio" nelas exatamente o que senti neste dia 26, quando minha querida mãe nos deixou tão de repente...
ResponderEliminarBeijo carinhoso, Juanjo.
Cuidate mucho.
Cuídate tu también y un beso y un fuerte abrazo Teca.
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