Mi amigo el pastor

Pasan a mi alrededor sin asustarse, me rodean, me rozan como uno mas en el rebaño. Nada que temer. Los pequeños sin embargo, corretean alrededor de sus madres, asustadizos y curiosos.

"Topo", el joven perro pastor, se encarga de reunir a las mas despistadas. Aún le queda mucho por aprender, pero lleva buen camino. Siempre atento a cualquier orden en un "idioma indescifrable" y transmitido entre generaciones, no desperdicia caricias ni juego. 

A lo lejos se dibuja una silueta conocida que yo confundí, el pastor acertó de lleno, menuda vista... Al final de la tarde nos reunimos "multitud" junto al pastor, en un entorno vacío de seres humanos y lleno de libertad; aquí el tiempo se detiene... 

Siempre a la última de todo, mi amigo el pastor, mezcla labores ancestrales del pastoreo con charla animada. Arreglar el mundo en dos horas, hacer justicia en un mundo injusto, o simplemente reírnos de lo cotidiano. La mirada limpia como el horizonte y las ideas claras, como el agua de los manantiales que brotan en los alrededores.

Suena el móvil, aunque el mío permanece dormido en el fondo del vaquero. 

Un tractor termina la labor en terrenos cercanos; casi puedes dormir en el asiento mientras la "consola con sistema integrado y comunicación vía satélite" le dice al "John Deere" la profundidad del surco y la velocidad de trabajo, "que adelantos!" (como diría mi abuelo). A mi amigo el pastor le gusta trabajar en manual, le entiendo...
Ya de vuelta, cada uno a sus establos, me siento flotar entre espigas verdes aún a media altura. La mano las roza con suavidad, como una caricia del viento. Pisar lo sembrado es pecado, la cachaba vigilante aguarda con cautela, ándate con ojo. Las lindes con terrenos baldíos para atravesar valles son los mejores caminos, mis preferidos...

Foto seleccionada en Blipoint para 

FOTO D’AUTORE semana del 11/05/2015 al 17/05/2015